Ser venezolano esta de moda.


Faltando una semana para las elecciones, es imposible no sentir una ansiedad insaciable. Es que es normal sentirse intranquilo cuando no sabes que va a pasar con tu futuro, tu familia, tu país. Muchos están seguros que las cosas seguirán igual, otros dirán ¿ para qué votar si no va a cambiar nada?. Bueno, les digo, El que persevera, vence

El voto es la opinión de cada uno, es la forma que tenemos los venezolanos para decir estoy vivo, es el deber que se tiene con cada una de las personas que están llenas de esperanza, es el deber que tenemos con nosotros mismos, con nuestro país. Si a mi me hubieran dicho que yo iba a llorar por algo relacionado con política, simplemente jamas lo hubiera creído. Pero es que es una sensación que no puedes evitar, algo que viene desde muy adentro, que te asombra y te das cuenta de cuanto te importa. No es muy difícil querer un cambio cuando ves todos los días lo que pasa a tu alrededor.

Quieres un cambio cuando vas al supermercado y no encuentras los productos básicos de primera necesidad. Quieres un cambio cuando, hablando de tu futuro, dices que quieres irte del país. Quieres un cambio cuando sientes miedo de montarte en un taxi, en un transporte publico, de caminar en la calle. Te das cuenta que quieres un cambio cuando sientes miedo al momento en el que alguna persona se te acerca, cuando sientes que no estas seguro en ningún lugar. Quieres un cambio cuando lees el periódico todos los días, cuando ves las noticias o escuchas la radio, cuando en cada esquina ves a personas sin un hogar. Quieres un cambio cuando te das cuenta de todos los abusos que hay, la corrupción, las injusticias, la indiferencia, la ignorancia e incoherencia de los que tienen en sus manos el poder.

Es que me pongo a pensar y esta generación de venezolanos no conocen otra versión del país. Al ponerme a pensar fríamente  no tardo en darme cuenta que uno se acostumbró a vivir en una incertidumbre constante, con respecto a todo. La Venezuela que mis padres y abuelos cuentan, un lugar lleno de oportunidades, es la que yo quiero para mi futuro. Venezuela no es el color de un partido, Venezuela es un solo color y todos somos parte de él, sin importar clase social, ideología o religión. 

Yo creo en este país y creo en su gente, creo en que se puede hacer una diferencia. Todos somos venezolanos y lo bueno de serlo es sentirse orgulloso. No dejes de votar, ayuda a reconstruir un Venezuela mejor.